Una batalla en la trinchera (Primera Guerra Mundial) Era de madrugada en el frente occidental. La niebla cubría el campo de batalla, y los soldados, cubiertos de barro, esperaban en las trincheras. El aire olía a humedad, pólvora y miedo. De pronto, el silbato del capitán rompió el silencio. Era la señal. Los soldados salieron de la trinchera corriendo hacia la "tierra de nadie", una zona abierta entre dos frentes. Las balas de ametralladora zumbaban en el aire, y explosiones sacudían el suelo. Algunos caían inmediatamente, otros seguían avanzando, saltando los cráteres y esquivando alambre de púas. En la trinchera enemiga, los alemanes estaban preparados. Lanzaban granadas y disparaban sin parar. Era casi imposible avanzar. Muchos combatientes solo podían arrastrarse, buscando protección detrás de cuerpos, piedras o restos de madera. Después de horas de combate, los pocos sobrevivientes regresaron a sus trincheras. El ataque había fallado. El terreno ganado era mínimo, pero ...